Últimamente he estado leyendo muchos relatos de acá y me he animado a contar una de mis experiencias, quizás la mejor, primero comienzo describiéndome, soy Carlos, tengo 25 años, soy moreno, mido 182cms, algo relleno, sexualmente soy activo y tengo un pene grueso de 16cms, soy del llano venezolano y como muchos tuve la oportunidad de estudiar en otra ciudad, específicamente en Maracay, Venezuela… siempre he sido bajo perfil, muy callado, nunca he llevado a alguien a casa, muy reservado. Ahora bien, hace unos 7 años cuando me mudé a la ciudad comenzaba el auge de las redes sociales, nunca fui muy amante a ellas, me aburría, hasta que un día ladillado en casa me puse a ver fotos morbosas, ni cuenta me había dado que el twitter como muchas otras redes la utilizaban para cuadrar, así que decidí abrir una cuenta de Twitter, solo para morboseo, colgar fotos desnudo y ver a otros de la misma manera, muchos me escribían y yo solo conversaba con ellos sin llegar a cuadrar algo, hasta que ya unos meses después con la cuenta recibo un DM (mensaje) el cual decía “Hola, agégame al pin XXXXXX”, por unos días hice caso omiso al mensaje, hasta que la curiosidad pudo más, decidí agregar al bbm a @maracaye… (algo así decía su nick), comenzamos a conversar un poco, conocernos virtualmente, sin llegar si quiera a morbosear, pasando muchas horas conversando, hasta que un día decidimos conocernos, siempre me ha dado cague llevar gente a casa, por cuestiones de seguridad, pero decidí invitarlo al apartamento, cuadrados para aquel 2 de febrero a las 4 de la tarde, estaba muy ansioso yo, ansioso y nervioso, se hacían las 2, las 3, las 4 de la tarde y aumentaba la respiración, el nerviosismo, se hicieron las 4:17 de la tarde, me llegó el mensaje “bajando por la constitución”, wow ¡que nervios!, le expliqué por dónde llegar y bajé por las escaleras, con muchas cosas en mente, cuando llego a la esquina veo a José, alto de unos 186cms, blanco, barbudo, un tipo delgado, muy guapo… -Verga, este tipo está muy chevere (pensé). Conversamos un poco, hasta que lo invité a casa, le ofrecí algo de beber, comimos chucherías, pasamos un buen rato conversando de nuestras vidas, algunas experiencias, los gustos… acostados uno al lado del otro, -me gusta oler, tocar, besar (exclamaba yo, ya pensando en otra cosa), -no me voy sin un beso (dijo él), -jajajaja, de verás quieres un beso? (muy extrañado yo, porque no había insinuado algo, -pues claro (asintió el con las manos al aire), decidí hacerlo, besar esos rosados labios, tocar esa poblada barba, abrazar a ese tipo que era más alto que yo, fue un beso largo, un beso que me dejó sin aliento, comencé a quitar su franela, me encantaba, besar su cuello, su frente, sus orejas, sus rosadas tetillas, uff! Que morbo estaba sintiendo por este tipo, me quitó mi franela, desabrochó mi pantalón, lamió mi ombligo y bajó hasta la ingle, bajó mi pantalón junto con el bóxer quedando mi pene al aire, solo para él, estaba muy babeado, a reventar, no aguantó y se lo metió a la boca, lo mamaba como nunca me lo habían mamado, me acosté en la cama y dejé que siguiera comiéndolo, me veía con esos ojos negros llenos de misterio, de morbo, me encantaba esa mirada, me excitaba verle pasar la lengua por el glande, por la base, por las bolas, era solo suyo, este tipo me estaba dando la mejor mamada que me habían dado en mi vida, hasta que decidí meter mano un poco y quité su pantalón, cuando lo bajé tenía unos bóxer azules, se le notaban unas grandes nalgas, besé su cuello, bajé hasta su espalda, respirando su olor, hasta llegar a su coxis, bajé sus boxers y wow unas nalgas blancas y grandes quedaron al aire, fue inevitable no resistirme a comerme tal manjar, las besé, las lamí, las mordí, joder me había embelesado por esa nalgas, ¡me encantaban! las abrí y metí la lengua en su culito, que cosa más rica, no podía despegarme de ahí, que culo tan rico tenía el barbudo, el machete mío estaba a reventar, hasta que le dije siéntate sobre mi cara, me fascinaba ese culo rico y nalgón, lo hizo y comenzó a mamar mi guevo de nuevo, que
vaina tan rica estaba sintiendo, me estaba pajeando con su boca, fue tanta la excitación que tenía, mamando ese culo rico, que fue inevitable que salieran unos tres chorros de caliente y espesa leche, cayendo en su cara y en la cama, que sensación tan rica sentía por José, seguidamente se fue a lavar, mi pene no bajaba, lástima que no tenía un bendito condón, quería metérselo, igual seguí comiendome ese culo toda la noche, rozando con la cabecita, con aquellas ganas de penetrarlo, acabé unas dos veces más, hasta las 6 de la mañana que ya era hora de ir a clases, nos dimos un baño juntos ya el guevo me dolía, ya luego de vestirnos, esperando la hora para salir nos sentamos en la cama y se acostó sobre mi, me pidió un beso, fue inevitable que se me volviera a parar, le enseñé mi bulto por encima del pantalón y sonrió, bajó el cierre y sacó mi pene, se lo metió en la boca, mirándome de nuevo, wow este tipo me encanta, me comenzó a pajear con la boca, comenzó a aumentar la respiración, los gemidos, que mamada tan rica me estaba volviendo a dar uff! Notó que iba a acabar y siguió mamando, wow uffff, creo que mis ojos se volteaban, que rica mamada, le llené la boca de leche, se quedó mirándome y me dice -que rica leche tienes, se la había tragado, que morbo! Nos levantamos, le di una nalgada y dije -vámonos, que llegaré tarde, ya saliendo -espera, falta algo, le clavé un beso de despedida, mejor dicho un beso de hasta pronto, porque no fue la última vez que nos vimos, ya luego contaré otras experiencias con el barbudo…